Publicado: 18 de Febrero de 2021
Se trata de una de las preguntas más comunes entre los consumidores de productos ibéricos. Y es que un jamón de bellota tiene un valor indudable que, como es natural, precisa de un cuidado igualmente valioso por parte del cliente para poder sacarle su máximo rendimiento. Queremos dar a conocer varios detalles para que tengas claro como tratar tu producto nada más lo recibas.
Tapar el jamón tras el corte.
Una vez pasado el primer corte del producto llegan las primeras dudas, pues el riesgo de que aparezca moho es alto si no se siguen las precauciones correctas.
Hay un técnica muy usada para tapar el corte pero que no es exactamente la que nosotros recomendamos. Se trata de mojar con aceite la parte abierta del jamón y tapar con papel transparente de cocina. Garantiza una buena conservación pero los detractores la rechazamos por otros detalles que incluyen a largo plazo: el sabor que contagia el aceite y que el papel transparente no permite respirar correctamente a la carne del ibérico.
Es por eso que nos inclinamos en mayor medida por la forma tradicional: lascas de tocino del mismo jamón y un trapo de andar por casa. Simple y fácil. De esta forma será el propio aceite del sudor de la pata y el tocino el que preserve el ibérico. Y con un trapo grueso, evitamos que el corte esté expuesto y a su vez que la pieza pueda respirar.
Otros consejos de conservación.
Cuando lo tengas en casa ten muy en cuenta en qué lugar guardas tu jamón de bellota. A todos nos gusta tenerlo a la vista, ¡decora mucho una cocina! Pero siendo honestos lo ideal para guardarlo es una despensa, u otro lugar fresco y seco.
Como todos no tienen esta instalación en su cocina, es muy habitual dejarlo en la encimera,cerca del fregadero. Error. La humedad irá directamente a la carne de tu jamón ibérico y aparecerá moho.